"Viendo el atardecer en mi ventana un rojizo sentimiento invade mi calma, es como tocar las nubes y soñar despierto en tu mirada; me lees como ninguna, la especial medicina mientras duermo en tu cintura. Veía como cesaba la lluvia y de pronto me ibas atrapando con esa exquisita ternura.
Me fui de viaje, paseaba por tu boca, luego perdí el rumbo, me topé con tu inolvidable pecho y me quedé lentamente muriendo; fui quedando sin palabras, fui tan solo un pasajero sin retorno y sin derecho a nada.
Me temblaban las manos, la tierra, eran sus caricias las puertas al deseo, era vivir mil mañanas en un momento y probar el dulce narcótico de sus besos.
Estuve siempre a tu lado recibiendo incontables disparos de pasiones y siempre recordaré ese pasado intenso, siempre con todo el corazón desde este día primero"
